Lo mío es la repostería artesanal, pero sigo aprendiendo de todo, y también de este tipo de tartas de fondant, ya lo sabéis. Hace poco recibí un encargo particular. Querían una tarta de fondant de una pista de esquí. Ya tenían el muñeco que veis encima. La tarta era para una pareja que se iba a casar. No sé si por eso está la pareja a punto de descender por esa pendiente... ;)
Aquí os dejo la foto de la inspiración. Una foto que sacó un amigo en Formigal. Que por cierto, qué luz tiene, ¿a que sí? Dicho sea de paso, no es esquiador.
Y aquí está el resultado. Las fotos las ha sacado la persona que la encargó. (¡Gracias por las fotos!) La tarta tiene dos pisos, para poder hacer la cuesta. Dejé espacio arriba para la figura. El bizcocho es algo más duro del que suelo hacer, para poder soportar el peso del bizcocho de arriba y el del muñeco. Después de empaparlo de un aroma delicioso, y con fondant cubriéndolo todo, el efecto de nieve lo he hecho con glasa real. ¡Y voilá!
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